Hola a todos.
Este fin de semana viajé a Huesca para asistir a las I Jornadas sobre Educación y desarrollo del talento. Algunos ya teníais noticia, otros no.
Ahora mismo, delante de la pantalla en blanco, se me agolpan las ideas y las sensaciones. Es todo un batiburrillo sin forma definida que espero poner en orden a lo largo de estos días.
Podría resumir las jornadas acudiendo a la excelente síntesis que nos expuso en la clausura Juan Carlos López Garzón, presidente de la asociación aragonesa de altas capacidades «Sin límites». Le dije que en cuanto lo tuviera escrito me lo enviara para compartirlo con todos vosotros.
Podría esquematizar las ponencias que se pusieron en escena durante el intensísimo día y medio que duró.
Podría hacer tantas cosas que al final haré lo que realmente deseo hacer: hablaros desde el fondo del corazón.
Mientras escuchaba a Pilar y Catalina, profesoras de dos centros aragoneses, resumiendo el trabajo que realizaban tanto en el aula de desarrollo de capacidades como en lo que denominan «inclusiones» (bueno, y sobre otras cosas que no recuerdo ahora mismo), empecé a sentir cómo una gigantesca ola emocional me embargaba al ritmo de sus palabras y de sus videos en los que veíamos a los niños de esos colegios desarrollar actividades. Era la primera ponencia, la que rompía el hielo, y vaya si lo hizo: lo derritió por completo. Tan impactante fue que se me saltaron dos lagrimones como puños. Tan embriagadora que sentí un nudo en la garganta que me duró hasta casi el final de esa mañana.
Hubo otras intervenciones, todas excelentes y que muestran la enorme riqueza de su diversidad, pero sólo una logró ese efecto: me embargó. Y embargó a muchísimas personas más. Las propias Pilar y Catalina nos contaban emocionadísimas cómo les llegaban madres que les agradecían su trabajo y esa forma de hacer implicar a TODAS las familias de sus centros.
Al poco de acabar le comenté a Isabel Ardanaz, coordinadora de Fundación Promete, que sólo por escuchar aquello ya valía la pena la paliza de viaje que me había pegado. Luego, cuando pude articular palabras, fui hacia Pilar y más tarde a Catalina a agradecerle esos momentos.
Y es que amigos, escuchar a unas maestras cómo exponían el trabajo que realizan en sus aulas de desarrollo de capacidades en las que participaban una variada gama de perfiles, incluyendo a alumnos con falta de motivación, y observar que no se acababa ahí sino que implicaba al resto del alumnado, a la totalidad de los alumnos y de sus familias a través de las inclusiones. Comprobar con casos reales lo que ya intuíamos: el efecto positivo, energizante y motivador para el resto, deseosos de participar en esas aulas, incluso aquellos que en principio no entraban. Y, sobre todo, ver que el grito de ASA Málaga de ¡Se puede hacer! se podía ahora cambiar por uno más rotundo: ¡¡¡¡SE HACE!!!!, logró que no pudiera contener la emoción y tuviera que salir por algún sitio.
Eso es grande, noticiable, y despeja todas las dudas que los escépticos pudieran tener al respecto. Doce escuelas y dos institutos de Aragón que no se quedan en la teoría de la «escuela inclusiva» sino que la llevan a la práctica mediante métodos de trabajo dotados de una tremenda creatividad e imaginación con los que se pretende atender a TODA LA DIVERSIDAD dentro del propio aula.
Ya os contaré el resto de las jornadas si queréis saber más, pero hoy me quedo con esto para mascarlo con tranquilidad. Le dije a Pila y Catalina que las secuestraríamos para traerlas a Málaga cuando organicemos algo desde aquí, para que puedan transmitir las mismas emociones que hicieron vibrar a la mayoría de los asistentes.
Por supuesto, quisiera agradecer a todos su amabilidad por el recibimiento, especialmente a Javier Galán, director de las jornadas, al propio Juan Carlos López, del que cada día aprendo más. Por supuesto a Antonia Gómez, coordinadora del servicio a las NEAE del Gobierno de Canarias, por sus nutritivas aclaraciones y recomendaciones (también le dije que la traeríamos a Málaga porque sé que es una referencia para nuestros amigos de ARETÉ). A Cristina López, responsable de la unidad de ACIs del Gobierno del Principado de Asturias, por la charla que tuvimos en el almuerzo posterior a las primeras sesiones. Y, cómo no, a Guillermina Marcos y a ese torbellino humano llamado Isabel Ardanaz, ambas de Fundación Promete, por su presencia y por sus palabras durante todas las jornadas. Fue precisamente Isabel la que puso en palabras todo el sentimiento que embargaba tras la primera intervención. Hay muchos más, claro, como el «gamberro intelectual» de Javier Mateo, una máquina de procesar y expresar ideas, un Creativo con mayúsculas que rompe esquemas sin proponérselo (o haciéndolo). Seguro que me dejo a muchos, pero a todos los tengo en mente y, sobre todo, en el corazón.
Gracias a todos por esta inolvidable experiencia.
José Luis Sánchez Piñero
Presidente de ASA Málaga
7 comentarios en “La riqueza de la diversidad”
Me ha "encantao".
Si es que lo mejor es el lenguaje del corazón y de eso también quiero hacer bandera.
Me hubiera gustado acompañarte y disfrutarlo y ahora que te he leído más todavía.
No quiero ni pensar en los dos con lo lagrimones caídos. Hubiera sido genialmente surrealista, como las cosillas que a mi me gustan.
Me alegro por lo que transmites, me alegro por tu experiencia personal, que ahi la llevas, y es grande, me alegro por toda esa gente que mencionas y que siempre me salta la canción a la cabeza " no estamos solos, sabemos lo que queremos…." ( con música y letra ¿ eh? ) .
Tenemos un problema tú y yo y es que nos los queremos traer "a tos pá" Málaga…. pero es que van a venir hasta " de gratis" …. solamente por disfrutar del ritmillo
" de corazón" que viven las altas capacidades intelectuales.
Abriendo caminos amigo, abriendo caminos….
Disfrutemos todos de ellos…. porque todos saldremos ganando.
Gracias por tus palabras que son fuente de energía, buen hacer tuyo y de otros muchos.
Un gustazo.
Besos grandes. Yolanda Escuder.
Muchas gracias, de corazón. Acabo de trasladarlo al blog…
Pues sí hubiéramos llorado juntos. Carajo, que tenemos sangre en las venas, que nos duelen las injusticias y valoramos el trabajo que se hace, con mayor o menor fortuna. Pero hacer… Hacer es la clave.
Esperar o reclamar es bueno a veces, pero no debe ser nuestro único modo de afrontar esto. Hay que asumir la responsabilidad y hacer. Poco o mucho, da igual. No todos tenemos que hacer lo mismo, pero si todos hacemos un poco el resultado será una gran acción colectiva.
Tan positivo como siempre, así transmites mucha fuerza y energía a los demás.
Queda demostrado que la atención de estos niños, no es ninguna utopía, es posible y se hace. En el extranjero ya lo sabíamos, pero eso parecía difícil en nuestro país (o al menos eso pensaban muchos). Pues nada, a seguir abriendo caminos… vosotros desde luego ya los estáis abriendo.
Me dan ganas de irme con vosotros a Málaga, cuando vuelva.
Un abrazo.
Seguro que alguna moleculilla de tus lagrimones era también mía. Porque tus lagrimones son los de muchas familias y personas que sentimos y pensamos lo mismo. Gracias y un abrazo.
Almudena Franco
Muchas gracias a las dos. Estoy convencido de que todos los que luchamos por esto habrían reaccionado de forma similar.
Muy interesante José Luis,
Muchas gracias por compartir con nosotros tus experiencias y conocimientos.
Es maravilloso ver como unidos se pueden hacer muchas cosas. Y que estas cosas conmueven, aunque solo sea a unos pocos, pero con la suficiente sensibilidad y fuerza para verlas y luchar por ellas.