La Dra. Susana Trujillo Hidalgo, directora del Centro Psicopedagógico A.S. de Málaga, es una de las pioneras en el campo de las altas capacidades intelectuales en Andalucía. Desde el año 1992, ha realizado numerosas ponencias en Jornadas, Congresos y Centros de Profesores de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Ejerce como orientadora con plaza definitiva en el IES Torre del Prado, es Profesora-Tutora en los cursos de formación de la Fundación Avanza y también del Título Propio sobre Altas Capacidades Intelectuales de la Universidad de Málaga; además, es Experta Universitaria en Diagnóstico y Educación de los Alumnos con Alta Capacidad por la Universidad de Educación a Distancia. Y es socia colaboradora de ASA. Lleva toda una vida en el campo de las altas capacidades intelectuales. Usted vivió los inicios del movimiento asociativo en Andalucía. ¿Qué puede contarnos de aquella época? En 1992 se creó la primera Asociación de Altas Capacidades Intelectuales en Málaga, con un grupo reducido de familias muy implicadas y preocupadas por conseguir que sus hijos e hijas fueran adecuadamente atendidos en sus Centros Educativos y que la Administración pusiera en marcha la normativa que regulara las medidas educativas necesarias para este colectivo. En los primeros años, realmente no se consiguieron grandes logros en este sentido, aunque tuvieron la oportunidad de organizarse para aprender entre ellos y a través de profesionales y ofertar a sus hijos oportunidades de enriquecimiento y de relación con otros niños y niñas diagnosticados. Y desde entonces, ¿qué aspectos han mejorado y qué retos considera hay que afrontar? El número de asociados en Málaga ha aumentado considerablemente y gracias fundamentalmente a las familias que forman parte de este movimiento asociativo en Andalucía, se consiguió el Plan de Actuación para alumnos con Altas Capacidades Intelectuales por parte de la Administración Educativa en 2011, que continúa llevándose a cabo. También ha mejorado el nivel de formación sobre este tema entre los profesionales de la educación y las familias, a través de los cursos organizados por los Centros de Profesores, las universidades andaluzas, entidades como la Fundación Avanza o Escuelas de Padres. Hemos vivido un interés creciente por el tema de las Altas Capacidades Intelectuales pero aún falta formación y sensibilización por parte de algunos profesionales de la educación y recursos humanos y materiales en los Centros escolares. Suele insistir mucho en la importancia de mejorar las relaciones entre las familias y la escuela. Ambos están condenados a entenderse, sin embargo no es así en muchos casos. ¿Qué factores impiden una colaboración más fructífera y cómo se pueden acercar? Nos encontramos ante el hecho de que la Administración Educativa obliga a los profesionales de los Centros a llevar a cabo una serie de medidas de evaluación e intervención con este alumnado pero no le proporciona un mayor número de recursos, lo que provoca que estén saturados de trabajo y, en ocasiones, poco motivados en esta labor. Por otro lado, ante la escasez de recursos, suele darse prioridad a los alumnos infradotados intelectualmente o con dificultades de aprendizaje. Todo ello provoca que cuando una familia llega a un Centro Educativo solicitando para su hijo o hija las medidas educativas que le corresponden, los profesionales de la educación lo vivan como una «amenaza». A veces, también ocurre que las familias acuden a los centros con una actitud «muy exigente» y bastante formados y esto pone a la defensiva a los profesionales de la educación. La falta de formación que a veces se da en estos profesionales también provoca dificultades en el entendimiento con las familias. Un aumento de recursos humanos y materiales en los Equipos de Orientación Educativa; dotar a los Centros de profesorado especializado en Altas Capacidades, una mayor oferta de formación sobre este tema en los Centros de Profesorado y una alta asistencia de las familias implicadas en Escuelas de Padres donde aprendan a enfocar correctamente el acercamiento al Centro Educativo podrían ayudar. Durante las jornadas nos proporcionará orientaciones metodológicas para el profesorado. Es un eje de actuación primordial. ¿Qué métodos, según su experiencia, serían los más adecuados para atender al alumnado con altas capacidades intelectuales? Para evitar el principal problema de los alumnos y alumnas con Altas Capacidades Intelectuales en los Centros Educativos, que desde mi punto de vista es el aburrimiento y la desmotivación ante las tareas escolares, es fundamental que el profesorado siga una serie de orientaciones metodológicas como pueden ser: · Trabajos por proyectos. · Investigación. · Aprendizaje autónomo. · Descubrimiento. · Tareas de diferente grado de dificultad. · Fomento de la creatividad. · Uso de las nuevas tecnologías. · Diferentes formas de evaluación., etc. Se habla con frecuencia del fracaso académico de estos alumnos. Desde su experiencia profesional, ¿cuál sería la raíz del problema? Desde mi experiencia, vemos que muchos de los alumnos con Altas Capacidades Intelectuales no son diagnosticados en sus Centros Educativos. Este alumnado no responde adecuadamente a la metodología educativa tradicional que con frecuencia se sigue llevando en los Centros, basada fundamentalmente en la clase magistral y el libro de texto. En muchos casos el alumno o alumna requiere de una Adaptación Curricular en alguna o algunas áreas del currículo y no se le proporciona. Por último, en el caso de los superdotados y superdotadas, en muchas ocasiones se precisa de una flexibilización del período de escolarización que a veces no llega. En la adolescencia se agudiza esta situación. ¿Cómo cree que se puede recuperar a un joven desmotivado, en una fase crucial de su desarrollo? El adolescente con Altas Capacidades Intelectuales necesita respeto, reconocimiento y posibilidades de expresión. En ellos es especialmente importante el aprendizaje autónomo, donde el profesor debe actuar como un simple guía. Se le deben proporcionar oportunidades de enriquecimiento en los temas de su interés y ocasiones para compartir sus inquietudes e intereses con otros niños y niñas de similares características.