La fotografía puede llegar a ser una herramienta importante para nuestro autoconocimiento personal. Potenciando la búsqueda de lo que nos emociona y nos atrae. Porque al fin y al cabo una fotografía no es más que el punto de vista personal e intransferible de cada uno de nosotros sobre aquello que nos rodea.
Cualquier forma de expresión artística, como la fotografía, debería enseñarse a edades tempranas. Y es que tomar imágenes puede ser un juego divertido, pero también una forma de aprendizaje que permite a los alumnos aproximarse al mundo y percibirlo de una forma personal y única.
¿Qué vamos hacer?
Pretende que el alumnado pueda investigar y experimentar a través de la práctica fotográfica como medio de expresión. Donde se le ayudará a ver de forma más crítica las imágenes que nos rodean. Buscando lo que le emociona y le atrae, y haciéndose preguntas, tales como: ¿Qué queremos transmitir? y ¿Por qué motivo? ¿Qué necesidad nos empuja a realizar esa fotografía y no otra? y miles de preguntas más. Igualmente trabajará la imaginación y la creatividad, mejorará la atención en los detalles, aprenderá a conocerse un poco mejor, ser más colaborativo con los demás y sobre todo a disfrutar del arte.