PRESENTACIÓN DEL SEGUNDO CUATRIMESTRE DEL CURSO DE INTELIGENCIA EMOCIONAL

Después de «abrazarnos» para expresar nuestra amistad y de pasearnos por los jardines del Generalife para relajarnos volvemos a nuestra sede para continuar con lo que dejamos antes de Semana Blanca: conocer a nosotros mismos, conocer nuestras emociones y aprender a relacionarnos con los demás. La inteligencia personal está formada por dos tipos de inteligencia: intrapersonal que supone la capacidad de comunicación consigo mismo y otra  interpersonal que implica la capacidad de comunicación y relación con el otro.                La inteligencia emocional implica sentir, entender, controlar y modificar los estados de ánimos propios y ajenos. La inteligencia intrapersonal  incluye la autoconciencia, el control emocional y la automotivación, mientras que la inteligencia interpersonal es externa, de relación y empatía así como habilidades sociales. Mientras que la capacidad intelectual se tiene, la capacidad emocional se aprende: es un circuito entre varios sistemas totalmente entrenable. La experiencia emocional vivida en la familia es trascendental para el desarrollo emocional. Los comportamientos emocionales recurrentes se convierten en hábitos. La vida es una combinación de razón y emoción.     La calidad de los pensamientos lleva a la modificación de la calidad de vida si tomamos los errores como lecciones empleando imágenes positivas para influir en tu mente y practicando el pensamiento opuesto para lograr una disciplina mental. Es importante marcarse unos objetivos, centrarse en las prioridades y mantener el equilibrio a partir de una simplificación de la vida. Es necesario relativizar lo subjetivo. Trabajar nuestra propia autoestima con afirmaciones positivas y repetitivas, conversación interior, evitar frustraciones, declarar aspectos positivos, aceptar cumplidos, detener pensamientos negativos, ser conscientes de nuestro lenguaje no verbal, escribir un diario de emociones, visualiza e imagina, potencia el pensamiento creativo, saca las facetas positivas de los errores, trabaja la relajación y la meditación. Para trabajar la autoestima de los demás es necesaria la comunicación, evitar criticar a los demás, no pre-ocuparte, fomentar las habilidades sociales, la asertividad,  buscar el consenso, la resolución de conflictos, visión de la diferencia frente a la deficiencia: no podemos ser felices si las cosas en que creemos  son diferentes de las que  hacemos.

  En el primer cuatrimestre nos marcamos como objetivos fundamentales sólo tres:   A) Autoconocimiento y desarrollo de la autoestima: Conocernos a nosotros mismos y aprender a valorarnos.   B) Sentimientos y emociones: Expresar nuestros sentimientos para acercarnos a los demás y comprender los sentimientos de los demás para favorecer las relaciones.   C) Autocontrol: Valorar y desarrollar el autocontrol de las emociones.     En el segundo cuatrimestre nos marcamos como objetivos fundamentales otros tres pero esta vez, más relacionados con las relaciones sociales:   A) Habilidades relacionadas con la comunicación: Defender la amistad como valor primordial, analizar los errores más comunes en la comunicación, desarrollar la escucha activa y fomentar el trabajo cooperativo.   B) Habilidades alternativas a la agresión: Pedir permiso, ayudar a los demás, compartir algo, negociar, desarrollar el autocontrol, defender los propios derechos, responder a las bromas, evitar los problemas con los demás y entrar en peleas.   C) Habilidades para hacer frente al estrés: Formular una queja, responder a ellas, demostrar deportividad después de un juego, resolver la vergüenza, arreglárselas cuando le dejan de lado, defender a un amigo, responder al fracaso,  enfrentarse a los mensajes contradictorios, responder a una acusación, hacer frente a las presiones del grupo.   El mes de marzo será pues, el mes de la comunicación, del buen «rollito» y de las charlas de amigos. Os espero el viernes a las 6 (los medianos) y a las 7 (los grandes) para aprender a comunicarnos.   Estrella García Fernández