Fruto de mi larga experiencia en el trato con las personas –niños, adolescentes y adultos- de alta capacidad intelectual y superdotados, he ido llegando a unas conclusiones que me gustaría iros contando a todos. Una de ellas es la que hoy vamos a tratar: Una característica común en todos los superdotados, especialmente importante, es su «intensidad emocional» (que varía en grado en cada persona): estos niños, adolescentes y/o adultos, desde el nacimiento, manifiestan 1) una intensificación de sus sentimientos y emociones (son polares, con emociones en los extremos, tanto positivas como negativas, a la hora de demostrarlas y también de identificarlas en los demás), 2) fuertes expresiones afectivas (gran entusiasmo por lo que les gusta, frustración por lo que no les sale bien, orgullo, miedos, ansiedad, fáciles sentimientos de culpa, sensación de «ser diferentes»,…, lo cual les puede dar lugar a 3) tener expresiones psicosomáticas exageradas (tensión estomacal, taquicardias, nerviosismo generalizado, dolores de cabeza,…) y esta intensidad es una peculiaridad intrínseca a su dotación intelectual y no tiene por qué ser un indicador de algún tipo de desajuste psicológico, es más, estas intensidades –bien canalizadas- pueden contribuir al desarrollo psicológico de la persona y funcionar como válvulas de escape que les permita liberar tensión emocional en un momento dado. Eso sí, esta intensidad psicológica de los superdotados, cuando es mostrada hacia los demás, suele dar lugar a que éstos les puedan hacer sentir, con frecuencia, avergonzados y culpables por ser «diferentes» y demasiado vehementes, con lo que pueden empezar a creer que hay algo «malo» en su forma de ser, lo que da lugar a que, un grupo bastante numeroso de ellos, empiecen a enmascarar sus auténticos sentimientos al sentirse rechazados e incomprendidos y, al mismo tiempo, ellos también empiecen a rechazar a los otros por falta de empatía mutua. Por otro lado, la intensidad psicológica de la que hablamos puede hacer que las personas que la sufren sean más vulnerables a las críticas (más susceptibles), se sientan confusas si sus pensamientos no son tomados en serio e intenten, en consecuencia, ocultar sus sentimientos ante los demás. Por eso, el estar de vez en cuando con otras personas semejantes a ellos en cuanto a su peculiaridad previene el sentimiento negativizado de diferencia y los hace conservar su identidad, mantener una buena autoestima y no aislarse socialmente.
Marisol Gómez Ruiz del Portal
ATHENEA Psicología, especialista en Identificación e Intervención con niños Superdotados
3 comentarios en “La intensidad emocional en los superdotados”
sus palabras, profundas, estan llenas de sabiduria y me han hecho que pensar mas alla de lo que esta en los libros de superdotados.
es un campo trabajar.
es un articulo precioso , y reconozco esas caracteristicas en mi hijo.
Me ha emocionado en gran medida este artículo, he reconocido todas esas peculiaridades no solo en mi hijo sino en mí también.