a) Supone un modelo dinámico de evaluación de la competencia cognitiva (se utilizan actividades y tareas que el niño va resolviendo mediante entrevista de tipo piagetiano, y el profesor utiliza el conflicto cognitivo para valorar el dominio que el niño posee de las habilidades, conocimientos y actitudes respecto a cada una de las inteligencias).
b) Incluye actividades orientadas a enseñar y aprender con todas las inteligencias.
c) Ofrece a los profesores la oportunidad de desarrollar estrategias didácticas innovadoras que suponen un reto para la enseñanza.
Otro punto a destacar de dicha teoría es la asunción consistente en mantener que todos los niños poseen diferentes inclinaciones con relación a las ocho inteligencias, de modo que cualquier estrategia es probable que sea altamente exitosa con un grupo de alumnos y menos exitosa, sin embargo, con otros grupos. Por ejemplo, los profesores que usan ritmos, canciones o raps como herramienta pedagógica es probable que encuentren que los alumnos con sensibilidad o inclinación hacia la música respondan con entusiasmo a estas estrategias, mientras que los alumnos que no manifiestan interés por la música quizá no estén interesados por este tipo de estrategias. De manera similar, el uso de fotografías, imágenes y representaciones gráficas serán tácticas de enseñanza eficaces para los alumnos que muestren una buena orientación espacial, pero quizá las representaciones gráficas no tengan el mismo efecto para los alumnos que prefieran las actividades físicas o verbales.
Debido a estas diferencias individuales entre alumnos, los profesores han de ser flexibles y usar una gama muy amplia de estrategias didácticas con el fin de atender a la diversidad de sus alumnos. Y, como dice Armstrong, mientras los profesores utilicen las diferentes inteligencias en el currículum, siempre habrá algún momento durante el proceso de enseñanza-aprendizaje en el que el alumno puede aprender de acuerdo con sus necesidades, intereses y habilidades (Armstrong, 1994, 1999).
A destacar, en cada vía de desarrollo, lo siguiente:
– La adquisición de lenguaje es posiblemente el proceso más significativo del ciclo vital y el lenguaje escrito es un signo de cultura, progreso y civilización. (inteligencia lingüística)
– Los niños como pequeños científicos con frecuencia se preguntan cómo funciona el mundo que les rodea. (inteligencia naturalista)
– Los primeros niveles de pensamiento son las imágenes mentales. (inteligencia visoespacial)
– La actividad física es una parte importante del desarrollo infantil. (inteligencia corporal-cinestésica)
– A pesar de la importancia que tiene la música para el desarrollo de la cultura, la escuela apenas la contempla en el currículum. (inteligencia musical)
– Las matemáticas son una disciplina esencial del currículum escolar, pero el aprendizaje de las mismas genera ansiedad en el alumno. (inteligencia lógico-matemática)
– Es importante comprender nuestras posibilidades y limitaciones para alcanzar el éxito en la vida. (inteligencia intrapersonal)
– Trabajar cooperativamente favorece el desarrollo sociocognitivo del niño. (inteligencia interpersonal)
Y dos cuestiones nucleares:
1) Las IM son un procedimiento adecuado para atender a la diversidad de los alumnos. Por tanto, es preciso considerar los estilos de trabajo que éstos manifiestan cuando se enfrentan a las tareas de las diferentes inteligencias.
2) El método idóneo de trabajo de las IM es el aprendizaje cooperativo. Cualquier experiencia de aprendizaje cooperativo requiere al menos la presencia de estos cinco componentes:
a. Interdependencia positiva. Descartar la competitividad y rivalidad.
b. Interacción para promover el intercambio de ideas.
c. Responsabilidad personal e individual.
d. Habilidades interpersonales y de pequeños grupos. Conocerse y confiar en otros; comunicarse con exactitud; aceptarse y prestarse ayuda; resolver conflictos constructivamente.
e. Control del proceso grupal. Regulación del compromiso del grupo en el ejercicio de su actividad.
Las inteligencias múltiples. Diferentes formas de enseñar y aprender. María Dolores Prieto Sánchez y Pilar Ballester Martínez. (2003, 2010) Madrid: Ed. Pirámide.